Experiencia Internacional
Enfrentar el exceso de velocidad es un aspecto reconocido en todas las estrategias de seguridad vial sustentables en el tiempo, y estudios internacionales demuestran que la implementación de los sistemas automatizados ha reducido las muertes en el tránsito en un 40%.
Francia fue uno de los primeros países en implementar un sistema de tratamiento de infracciones completamente automático. En 2001, registraba 105.500 siniestros de tránsito carreteros, la 4ª peor ubicación entre los países europeos, con 7.655 muertes.
Después de la creación del Centro Nacional de Tratamiento de Infracciones de Tráfico (CNT) en el año 2003, se generó una reducción anual cercana al 7% en la cantidad de personas fallecidas que alcanzó el 51% hacia el 2010. Las autoridades estiman que al menos el 80% de la reducción en el número de muertes se debe a la instalación de equipos de fiscalización automática de velocidad.
España replicó la experiencia de Francia y en el 2007, creó el Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (CTDA), que durante su primer año de funcionamiento permitió registrar una disminución del 20% en el número de personas fallecidas en siniestros de tránsito.
Al comparar la cantidad de víctimas mortales en el tránsito entre los años 2005 y 2010, se evidenció una reducción de un 47,5%, lo que equivale a salvar cerca de 5.800 vidas.
En Australia en 2002, el estado de Victoria lanzó la estrategia ¡Arrive Alive! (¡Llega con vida!), centrada en la reducción de la velocidad al conducir. El refuerzo de las medidas para el cumplimiento de la normativa vigente, la implementación de un mayor número de cámaras de detección de infracciones y la reducción del margen de tolerancia del exceso de los límites de velocidad, ayudaron a disminuir notablemente la velocidad media, especialmente en las zonas de 60, 70 y 80 km/h.
Durante los primeros cuatro años de la estrategia (2002-2005), hubo una reducción de un 16% de los siniestros de tránsito mortales y una reducción del 43% de las muertes en el área metropolitana de Melbourne, al 2003, entre todos los tipos de usuarios y usuarias de las calles (peatones, ciclistas, conductores motorizados, etc.).